sábado, 9 de octubre de 2010


 Taller de Marino Santa María

María Riccheri: Hola Marino, un gusto de estar en Barracas visitándote, hoy 7 de Octubre.

M. Santamaria: Primero, encantado de recibirte. Ya que siempre iba yo por tu barrio así que una vez que vengan para el sur está bien.

M.R. Gracias, yo estoy muy contenta de estar acá en tu taller y ver tu obra. Es también para el periódico de San Telmo y sus alrededores, ¿quería que nos cuentes qué es lo último que estuviste haciendo?

M.S.M. : El tema de expandir el paisaje, con estas obras que voy instalando la fachada de las casas, no donde lo permiten, sino de algún modo donde es bienvenido lo que produzco. Fue así que llegué a este pasaje Discepolo, a raíz de hacer un trabajo sobre la fachada de la Escuela Sarmiento, sobre las paredes del jardín de infantes y, teniendo en cuenta la fachada del lugar y la historia del pasaje, de la existencia de ese lugar, de la existencia del teatro abierto.

M.R. ¿El Picadero?

M.S.M.: Sí era el picadero, además, estuvimos en la movida para salvarlo, que finalmente, se salvó. Ya que, con la nueva construcción de los edificios estaba a punto de desaparecer.

M.R. Y dieron una vista muy importante a ese pasaje que estaba en tan malas condiciones, prácticamente muerto.

M.S.M. Realmente, si. El pasaje viene sufriendo cambios positivos, me parece. Primero, porque va a tener una posibilidad, porque va a tener una posibilidad como la Ciudad que lo rodea y tiene cafetería que es fundamental; cruzando Callao están “Los Galgos”, que por suerte de todos los cafés notables, persiste, y me cuentan que este próximo Domingo sale en la revista de La Nación que nos hicieron un reportaje. Cosa que me hace recordar bastante, cuando defendimos el Británico, que por suerte se pudo recuperar.

M.R.: ¡Qué bueno que mencionás “El Británico!

M.S.M.: Esta cosa permite ser un activista de la transformación. Porque uno se va enterando de estar en estos lugares. En donde bien, si el arte que yo produzco es totalmente contemporáneo y aspira a ser como trasgresor en algunas cosas de la costumbre del lugar, lo que te permite hacer contrapunto con lo que hay que preservar, esa cara y seca con lo que hay que cuidar.

M.R. ¿Cuáles podrías ser que son tus influencias más importantes? En esta obra del Pasaje Discepolo que está ubicado en Callao entre las calles Lavalle y Corrientes y Riobamba?

M.S.M.: Sí.Yo, siempre digo que históricamente lo que me influyó a mí fue Barracas, el Barrio donde yo nací, este taller. Ubicado en la calle Lanín, que aparece en Suárez al 2.000, donde me eduqué, donde me formé, y, donde evidentemente me abrió la cabeza para todo este tipo de cosas. Mi padre era pintor y ceramista. Marino Santa María, Marino Pérsico, y nosotros jugábamos todos en la calle.

M.R.: ¿Cómo era antes, un poco?

M.S.M.: Exactamente, además a una cuadra de esta calle ya la calle era de tierra. Jugábamos al football, a la bolita o a la Rayuela. Para mí, la primera obra de arte público fue “La Rayuela” dibujada en el piso. Pero yo como Maestro, en mi formación de escuela de Bellas Artes, la de Belgrano y la Pueyrredón. Al que reconozco como Maestro es a Carlos Cañas.

M.R. : Pero de la pintura más tradicional, ¿a quién podrías mencionar, de lo internacional, alguno contemporáneo?

M.S.M.: La influencia tiene que ver con la admiración. Nunca seguí a Raja tabla a nadie, pero artistas que tienen que ver con lo que hago, son: uno, es Daniel Buren que es un artista francés (vivo), y otro es Andy Warhol. En mi formación académica estuvo Matisse, todos los metafísicos, los surrealistas. Me parece que el surrealismo abrió el campo del arte tremendamente, que son los que después dieron permiso para todo.

M.R.: ¿Y Gaudí tuvo alguna influencia en vos o no? Lo digo por el tema de los mosaicos...

M.S.M.: Si, claro por los mosaicos. Pero no. Si tiene alguna influencia es como hiper lejana, creo que tiene mucha más influencia Quinquela Martín, que Gaudí. Ya que él es como una figura relevante. Pero Gaudí era arquitecto y yo no lo soy. Yo siempre supuse esto: la primer obra que me marca con el perfil de artista urbano y arte público es la calle Lanín.
La primer obra de la calle Lanín es pintada, a los 5 ó 6 años había que empezar a pintar todo, surgió la posibilidad por las empresas que hasta ese momento estaban auspiciando entidades artísticas de hacerlo con mosaico fue la empresa Murvi. A partir de ahí, adopté el mosaico porque era muy aburrido tener que adoptar siempre la obra que uno ha hecho 10, 15 años atrás, volver a repintarla. Entonces el mosaico me ofreció permanencia. Digo que hay casualidades, que pueden ser causa de otras cosas.Y en eso pongo como ejemplo a Clorindo Testa, quien fue a seguir arquitectura porque no había diseño en esa época y, fue pintor porque en la primer muestra vendió todo. Así, decidió seguirlo siendo aunque no estaba en su cabeza hacerlo. Y yo creo, que para mi que tenía la formación clásica del que termina Bellas Artes y se dedica a la docencia  a la cual me he dedicado. Después de haber sido siete años rector, me permitió abrirme para trabajar en equipo. No obstante, soy una cosa intermedia entre el arquitecto, el urbanista y el pintor. Yo nací e hice lo primero en las artes plásticas, porque yo digo que lo que hago tiene que ver con la plástica, aunque ms lejano al urbanismo y lo tengo en cuenta. Mucho más lejano a la arquitectura aunque trabajo sobre los arquitectos.
Lo otro es lo social; la formación y el trabajo que he tenido además como delegado estudiantil, como gremialista y como rector.

M.R.: ¿Rector de dónde?

M.S.M.: De “La Prilidiano Pueyrredón",  hasta que creamos "EL IUNA", y después me retiré, y, que tiene que ver con el trabajo hacia los demás. Y, si eso es desde el mosaico, lo que analizo yendo por ejemplo a la cárcel de mujeres de Ezeiza o, preparando el taller de terapias del Borda. Tal es así, que voy a adoptar lo que es marchandise. Que tiene una calidad excepcional.

M.R.: Fue muy importante ahí, lo que se hizo con la radio. ¿Tiene alguna realción una cosa con la otra?

M.S.M.: No tiene ninguna relación. Estas son otras terapias, que incluso, tienen otro pabellón para otras terapias, los que trabajan cobran y, realmente es asombroso la calidad artesanal que han logrado de los productos que producen.

La calle Lanín por empezar es de todos y mi taller es algo abierto. Yo llego a esta muestra porque ellos vienen a pedirme participar y me pareció interesante. Cuidando siempre que no se transforme en una feria en la calle que es lo que vamos a hacer. Por eso la pared y, cualquier exposición la van a hacer acá dentro, porque el tema es no invadir la obra. Lo que intento, es producir un espacio cultural completo al aire libre por eso vamos a estar en la noche de los museos, el día 13 de Noviembre. de 8 de la noche á 3 de la mañana.

M.R.: ¿Qué es lo que corresponde a Barracas, San Telmo?

M.S.M.: Lo que corresponde a esta Comuna, ya que San Telmo es de otra. Acá lo más cerca es Santa Felicitas y la Fundación Lebensohn.

M.R.: Para el periódico de San Telmo y sus alrededores y para el blog de El duende, ¿qué me podés contar del Bar Británico, respecto a tu actuación, que vos aportaste tanto ahí?

M.S.M.: Sí. En ese momento, estaba viviendo a media cuadra del Británico. Que por supuesto desde este lugar uno ha crecido en el Parque Lezama, y mis hijos han ido todos al mismo Parque a pasear, a jugar, a hamacarse.

M.R.: Además que es tan lindo ese parque...

M.S.M.: Sí, la verdad que sí. Después me mudé y estuve viviendo en Defensa y Brasil, por supuesto con el Bar Británico con las persianas bajas.

M.R.: ¿Qué año fue eso?

M.S.M.: En el 2006. El tema fue así. Ante la movida de los vecinos, en un momento decidí hacer un stensil que, a pesar que el bar todavía estaba abierto, estaban los dueños antiguos, aunque ya se había vendido.

M.R.: ¿Te acordás quiénes eran los dueños del Bar. Los conociste?

M.S.M.: No me acuerdo, pero sí, los conocí de cuando iba a Bellas Artes con mis compañeros.

M.R.: ¿Con quiénes te reunías, te acordás de alguien que haya sido conocido de`ese momento que fuera conocido después? ¿Vos no eras conocido de Noé?

M.S.M.: Sí yo soy conocido de Noé, de Carlos Carmona (que era con el que más trasnochábamos).

M.R.: Porque Noé está en San Telmo, ¿no?

M.S.M.: Sí, Yuyo, está en San Telmo llegando a Constitución. Ahora me hacés acordar que el primer taller que tuvimos fue en San Telmo junto con Carmona. Pero estaba más él (Carmona), que yo. Ya que yo en ese año hice el Servicio Militar o sea, que yo iba más a la noche a ver cómo él dibujaba.Iba poco. Pero era muy común que saliéramos de este taller y nos fuéramos a algún bar de La Boca o al Británico, en los años duros. Como íbamos a “La Paz”, íbamos al “Británico” o a algún otro lugar interesante, como por ejemplo lo es el Resturant Lezama. Aunque todavía, sigo yendo al “Británico”. En esta lucha que hacíamos con los vecinos, se me ocurrió hacer un sténcil, los ojos del “Británico no se cierran”; que eran las tacitas del café, y lo imprimíamos en papel junto con la fachada del bar y se lo dábamos a todo el mundo, lo imprimíamos en papel y lo regalábamos... Hasta hace poco, hubo un stencil colgado en el “Nuevo café Británico”, que alguien se lo robó.

M.R.: Sí, yo lo ví, hice una nota en su reinauguración.

M.S.M.: Bueno, alguien lo tiene en su colección porque lo robaron. La frase era impresa, como la Cúpula de "El Molino”, impresa en negro y nada más. Entonces nos pusimos una mesa en la calle Ariel, mi ayudante y yo imprimíamos y lo llevábamos a la gente firmado. Pero bueno..., las noches de San Telmo yo las tengo más presentes realmente en los cafés, o en lo de Giesso o, en la “Fundación San Telmo”, en la época que la Fundación era de Jorge Gil, donde fue una de las primeras muestras. En la manzana donde está Giesso.

M.R.: ¿En Defensa?

M.S.M.: Sí, donde hicimos una muestra muy interesante, cuando era muuy jovencito.

M.R.: ¿Se podría decir que fueron tus primeros pasos?

M.S.M.: Te diría que sí, de los primeros, que se llamó "Dos Lenguajes”. Ya había tenido Premio del Nacional, pero era de los primeros pasos. Y un músico, Guillermo Silveira, musicalizaba sobre las obras nuestras que editó en CD. Que luego se quedaría radicado en .EE.UU. También estuba Ana Eckell, Carlos Carmona, Adrián Barman, Alejandro Fogel, Ernesto Bertani, Jorge Acha, Juan Doffo, etc.

M.R.: ¿Te acordás en que año fue, aproximadamente?

M.S.M.: En los ’80 ..., en 1983.

M.R.: ¿Qué movida era, te acordás?

M.S.M.: Era la aparición de los ’80 donde ahora había dos grupos. Este que te mencioné antes, y por otro lado Marcia Shua, “Pino” Solanas, Pietra Pirossi; que en general convergíamos en los concursos de Bellas Artes. Ahí aparecíamos. No éramos grupo, éramos amigos y quedó armado así.

M.R.: ¿Cómo se llama lo que próximamente vas a exponer en el Borges?

M.S.M.: Se llama “Memorias Urbanas” y, es un tríptico que mide, 1, 40 x 3,60mts. mosaicos y plaquetas de computadoras, que representan ciudades.

M.S.M.: Cuando uno hace una obra se imagina algo, ¿no?

M.S.: Sí. Maquetas de ciudades. La idea fue esa.

M.R.: ¿Es alguna ciudad que vos pienses, o son imaginarias?

M.S.M.: No, son imaginarias. Son una nueva ciudad. Porque, por más que yo pueda relacionar con cualquiera, pero uno relaciona con ciudades que uno conoce y, en realidad ésta es una “Ciudad Nueva” y la otra también, ya que es un tríptico.

M.R.: ¿Con quién lo hiciste?

M.S.M.: Con el Sr. Ariel Ferrazzano. Primero yo, actúo, hago una “Primera Muestra” y, después él lo modifica.

M.R.: Contanos un poco también vos, Ariel.

A.F.: Yo actúo hasta llegar a lo definitivo.

M.R.: Hay un lago, ¿cómo es ese lago?

M.S.M.: Todo tiene la misma textura. De mosaico liso, como tiene cualquiera de estos murales. Por ser un lago en contraposición con otros que serían de ladrillo como el que hay en las paredes. En realidad, creo que con el mosaico veneciano podemos solucionar todo y, sino en algunos casos recurrimos al polvo de ladrillo o, al polvo en verde. El polvo de ladrillo está pegado, pero las plaquetas son tribunas tribunas, que parecen armadas, pero no lo son vienen así en la computadora. A cada una le asignamos una función tratando de no modificar prácticamente nada del material que estemos utilizando.

M.S.M.: Tiene que ver con lo que sacó el ECuNHI.

M.R.: A eso iba, ¿qué es lo que sacó hoy 7 de Octubre, “Página 12”. ¿Es el año 3 de el Nº 1”? ¿Por qué aparecés acá?

M.S.M.: Sí, en el texto lo dice. Ahí yo hice el mural de Madres de Plaza de Mayo, de la Fábrica de las Madres que tienen acá, los paneles para las casas, en las calle Montes de Oca y Pedro de Mendoza y, cuando se construye el Edificio de Radio de Madres, en Alsina y Saénz Peña, Hebe me llama para que haga el mural que está ahí instalado e hicimos un mural de cinco por cinco de mosaico veneciano, el de acá, de Barracas, también es en mosaico veneciano pero el tiene cien metros. Y, a partir de ahí retomamos una relación en la que yo, soy muy amigo ... ... .

M.R.: ¿Tenés una relación importante?

M.S.M.: Sí, soy muy amigo de Adriana que está con Teresa Parodi, fue alumna de acá.

M.R.: ¿Qué significa la sigla EcUNHI?

M.S.M.: Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Fundación de Madres, línea de Hebe. Y a mí me pareció interesante. Realmente me emocionaron cuando por primer vez la conocí a Hebe que me llevó a su programa de Radio y, en realidad yo, coincido con ella, que el lugar para la muerte tiene que ser para la vida, para el futuro que también lo digo en el texto “preservar la memoria significa también construir para el futuro” y, realizar lo que los militantes hubiesen realizado; y, parte de esos cambios eran esto. Y, mejorar un Centro Cultural, del modo que está realizado con los costos que está hecho, evidentemente propende a alcanzar esos objetivos. En eso me parece lo valioso de apoyar esta acción, lo mismo que construyen en vivienda que realmente es asombroso.

M.R.: Al margen, ¿vos al mismo tiempo seguís dando clases en este mismo taller, no?

M.S.M.: Sí, en estos meses yo me hice cargo de las clases de pintura, cosa que venía haciendo todo este año, pero con la parte de mosaico lo delegaba un poco, porque me lleva mucho tiempo lo que hago en la Ciudad. Entonces, decidí volver a retomar las cátedras yo, las clases en mi taller en realidad más que las cátedras, más unas que dicto en Ramos Mejía. A partir de ahí, empecé a sentir el placer cómo uno le brinda al otro, para que encuentre su expresión personal y crezca en lo personal. Ahora cuando se haga “La Noche de los Museos”, hay toda una parte que dediqué que voy a hacer con todos mis alumnos. Es obra de ellos, yo la ordeno en el espacio. Creo que en total yo, tengo 50 alumnos, entre los que tengo en el taller, los que tengo en Ramos Mejía y los de Necochea, a dónde voy una vez por mes.

M.R.: ¿Los alumnos te deben dar mucha fuerza?

M.S.M.: Sí la verdad que sí, me llena de pilas.

M.R.: Marino, quiero darte las gracias que hayas accedido a tener esta entrevista.

M.S.M.: No, yo tengo que agradecerte a vos que te haya interesado mostrar esto, una de las tantas y, esperemos que tu periódico vuelva a estar con fuerza, porque estar en tapa me gusta., espero seguir dándole color a las tapas.

M.R.: Sí, sería bueno muy bueno, muy bueno. Gracias, Marino.

M.S.M.: No, espero que, esta situación cultural por la cual todos atravesamos, tenga siempre el debido apoyo. Así que espero que el blog y el medio gráfico vaya para adelante.

M.R.: Gracias, Marino, muchas gracias.

M.S.M.: No, a vos María.









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