lunes, 27 de septiembre de 2010

Alumnos del Colegio Nacional Nº 1

Bandera de Ceremonia

   Diputado Nacional por el Frente para la Victoria

Escena de alumnos caminando junto al personaje del Militar
T. de teatro del Colegio

Escena  de alumnos muertos. Teatro del Colegio.


 Banda del Colegio
Madres Linea Fundadora. Izq. hija. Dcha. María Riccheri 
Esta mañana 27 de Septiembre me levanté preparándome para ir al homenaje que se haría en el Colegio Nacional Rivadavia a los alumnos desaparecidos durante la última dictadura Militar en los años 1976-1977.
Busqué Página 12 y encontré este anuncio del Acto y lo llevé como referencia:

Alumnos del Colegio Nacional Nº 1
1976 – 1977

Público
El Colegio Nacional Nº 1 Bernardino Rivadavia tiene memoria:
El día 27-09 a las 11 hs se colocarán 14 placas individuales
y en general recordatoria de los alumnos y ex alumnos
desaparecidos durante la dictadura genocida militar y cívica.
En la forma de construir memoria, pedimos verdad y justicia.
Profesores – Centro de Estudiantes y alumnos del B. Rivadavia


 Entre ellos estaba Marcelo Butti Arana, un viejo amigo de la familia y ex compañero de mi hermano del Colegio. También había sido mi primer novio de la adolescencia durante unos 6  meses, cuando yo tenía 16 años. A él le gustaba mucho la canción de Pedro y Pablo, con letra de Miguel Cantilo, “Dónde va la gente cuando llueve”. Siempre la cantaba. Se me ocurrió que podía ser un buen homenaje llevar la letra para que la leyeran en el Acto. Finalmente me pidieron si yo la podía leer lo hice, y terminé semi cantando el estribillo final que dice: “donde van, donde van, donde van………………”
Pero claro no sólo yo, presenciaba este acto, que tal vez era la menos importante; sino que el Colegio estaba colmado de gente como, Madres de Plaza de Mayo, (Línea Fundadora) entre las que se encontraba Carmen Aguiar de Lapacó, Madre de Alejandra, quien fuera secuestrada junto con ella y Marcelo, ya entonces novio oficial de Alejandra.
Pero no sólo los alumnos de hoy del Colegio se encontraban ahí, sino otros familiares de los alumnos desaparecidos, más las adhesiones de los vecinos de San Cristóbal, de la Comisión de Derechos del Banco de la Provincia de Buenos Aires, Comisión de Derechos Humanos en Carta Abierta, de representantes de la política Nacional, como la Diputada Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Liliana Parada, Unión de trabajadores de la Educación, Julio Piumatto Secretario de Derechos Humanos de la CGT y Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación. Frente Progresista Popular (Aníbal Ibarra, María Elena Nadeo y Eduardo Epztein) y el Diputado Dante Gullo, quien llegaría a mediados de comenzado el Acto y también agregaría algo. Y siguen las adhesiones.
El homenaje fue dirigido por el Sr.José Luis Burgarín Díaza. Se encontraban en el mismo, la Rectora del Colegio, Sra. Ana María Granditti, Profesor Omar Bado, y la Profesora María Cipoletti. Todos ellos dirigirían unas palabras alusivas a la los distintos acontecimientos durante la última Dictadura Militar.
El Acto comienza con la canción de Sui Generis y Vos me estás mirando y yo voy a caer, de la Bersuit Vergarabat, tocada por la banda del Colegio. Seguido por la entrada de la Bandera de Ceremonia y cantando el Himno Nacional Argentino.
Se recordaría igualmente, el 16 de Septiembre de 1976 en la Plata. (La noche de los lápices), sin dejar de hablar del Golpe de 1976, como lo más sangrienta que jamás haya ocurrido, y, no olvidando las leyes de Punto final y Obediencia de Vida, como así tampoco el Indulto. Mencionándolos como lo que son los crímenes de lesa humanidad, que (afortunadamente), no prescriben. Entonces, comenzaron hablar de los alumnos de este mismo Colegio, dieciséis victimas, del genocidio que pesar lo que pasaba, también tenían momentos de alegría y diversión en “este patio y estas aulas”, aunque decidieron salir a luchar por un país justo, mejor, con más “derechos”. Para ellos dice el Profesor Omar Bado: “eran más importantes los hechos que las palabras”.  No dejó de hablarse del caso “Walter Bulacio”, por quien también se marchó exigiendo justicia. Termina con la frase “Podrán eliminar hasta la última flor, pero jamás podrán marchitar la primavera, porque la primavera, son ustedes, los alumnos.”
Sigue con la palabra de la Profesora de María Cipoletti; quien vuelve con la importancia de los Derechos Humanos y para que “en la Argentina ya, nunca más haya desaparecidos.” “Estos chicos, eran lúcidos e inteligentes, hablaban y decían lo que pensaban………, escuchaban la música de Huerque Mapu, Víctor Jara, Silvio Rodríguez. Los mataron por creer que podían matar el mundo. Ellos eran: Guillermo Lucas Orfano, Marcelo Pablo Pardo, Marcelo Tutti Arana, Norberto Julio Morresi, Cludia García Irureta Goyena, Daniel Ibarra, Claudio Martín Salomón Gervisky, Adriana Marandet, Ana María Francoetti, Daniel Enrique Vázquez, Roberto Rodríguez. Rascado, Pablo Enrique Fernández Meijide, Jorge Gullo (Preceptor); a lo que se continúaba a viva voz por todos con grito de “Presente”. La peor de la condena sigue diciendo la profesora, “la peor de la condena es el peso de la memoria, la victoria del recuerdo frente al olvido.” Menciona a la primera mamá con la que se contactó Lidia de Orfanó y a la familia Morresi. Agradece a todos los familiares que trabajaron por la justicia, que es el camino a la paz.
José Luis Bugarín, Aplausos por la memoria. ¡Muchas Gracias! A continuación se retira la Bandera de Ceremonia.
Dirige unas las palabras del padre del alumno del alumno desaparecido,  Norberto Morresi; también lo hacen alumnos del Colegio de 3º, 4º, y 5º año. En nombre del Profesor Alejandro González, ex alumno del colegio, habla la Profesora María Cipoletti.
Sigue un ex alumno, ex integrante del Centro de Estudiantes. Los oradores continúan y a cual más emotivo. Un ex alumno habla acompañado de su hija de unos 4 años, conmovedor.
Algo realmente excepcional fue la representación del taller de teatro del Colegio, solidario. Un simulacro de un militar, frente a alumnos que piden paz, justicia, libertad, etc..; a lo que continúa un fusilamiento, de uno por uno, de cada uno de ellos.
Más textos. Los desaparecidos no están muertos, están con nosotros, siempre que haya un chico luchando, que haya alguien expresando sus ideas, sus familiares y amigos presentes, todos hacen que ellos vivan. Gracias, muchas gracias, siempre GRACIAS.
Después de un rato de haber llegado habla el Diputado Sr. Dante Gullo, recuerda su primer rateada, yendo al Cabildo con la llegada de los militares en la época de Frondizi, también recuerda la defensa por la Enseñanza Pública, cuando el Colegio era sólo de varones. (Otra vez las Gracias), Gracias por todo.
Continúan los recuerdos del antiguo Colegio………………
El Acto termina con “La Memoria” de León Greco.
Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
Todos los muertos de la A.M.I.A.
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.
Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.
La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.
Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.
La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.
Carmen Lapacó de Aguiar, Madre L. Fundadora 

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