Con motivo del 14 aniversario de la revista HECHO EN BUENOS AIRES, le acercamos a su directora Patricia Merkin algunas preguntas con el fin de difundir su trabajo.
¿Qué fue lo que te motivó a hacer esta revista?
La enorme cantidad de personas que no tenían la posibilidad de
salir adelante y que en ese momento – corría el año 1998- toda esa gente,
desplazada de trabajos formales por el proceso de privatizaciones de la década
del 90 y sin herramientas para salir adelante mediante la autogestión, era
invisible. Conocer ese modelo de “revista de la calle”, una publicación de
calidad cuyo objetivo, cuya razón de ser, es el vendedor, la vendedora, que se
encuentra en situación de vulnerabilidad extrema y sin oportunidades para salir
adelante, era un proyecto necesario, oportuno. También se puso en juego mi
profundo interés por las iniciativas solidarias y mi percepción del escaso
sentido comunitaria que reinaba en el país en aquel entonces.
¿Cómo se realiza la selección de los vendedores?
No seleccionamos vendedores. Toda persona en situación de calle,
sin trabajo, puede anotarse como vendedor-a, (adjunto documento en el que se
detalla un poco más).
¿Recibís algún tipo de asesoramiento, cuál?
Todo vendedor-a que se registra mantiene una charla de
orientación para que comience a vender;
tenga confianza en sí mismo y confíe en el proyecto. Por otra parte, mantenemos
una serie de talleres para los-las vendedores-as que cooperan para sumar
herramientas para la inclusión.
Los 3.500 vendedores que tienen, ¿los dividen por zona de la
Capital o tiene mayor alcance?
Desde nuestro lanzamiento hemos trabajado junto a más de 3500
vendedores. La cantidad de vendedores activos es de entre 160-180. Están
distribuidos por Capital y parte del Conurbano.
¿Tienen alguna proyección para el futuro?
Nuestra proyección más importante es pensar que algún día no
seamos necesarios, que no haya más gente que viva de la pobreza y que todas las
empresas sean sociales! Por el momento seguiremos trabajando para ofrecer una
mejor oportunidad para nuestros vendedores-as, pensando siempre en ofrecer lo
mejor para los que siempre recibieron lo peor