ENTREVISTA A VERONICA RAPELA
- ¿Cuándo te iniciaste en la música?
- Bueno, seguramente me inicié cuando mi mamá me cantaba desde chiquita. Me hace acordar cuando mi hijo en sala de 4 decía: “mi papá es músico, en casa todos somos músicos”. Empecé a estudiar a los cuatro años. Después cuando empecé a trabajar en forma profesional o semi-profesional, un grupo que tocábamos mucho para fuera con Oscar Gerszenson, quien dirige La Capilla Real de Madrid, un grupo muy paquete.
- ¿Y vos qué hacías ahí?
- Yo tocaba flauta dulce, hicimos algunos conciertos barrocos, un poco contra mi naturaleza, ser solista, una experiencia que fue linda pero que fue poco.
- ¿Cuáles son tus preferencias?
- En realidad creo que todavía no llegué. No sé si la flauta la elegí yo o si la flauta me eligió mí. Después de muchos años de hacer música antigua, barroca, tuve un poco de crisis y la necesidad de abrir para otros lados. Trabajaba en un restaurante, de esos temáticos que se llamaba El Caldero, haciendo música del renacimiento. Seguido a eso, se abrió un restaurante de comida judía y como nosotros hacíamos unas canciones de música sefardíes, otra vez me propusieron ser solista. Ahí entonces empecé a tocar con un Grupo que se llamaba Alvar, que quizás fue un poco como abrir lo que es más fuerte para el acceso, seguir con el repertorio, y posiblemente a partir de eso empecé a abrirme a músicos de una extracción de música popular, donde la inserción fue más fuerte.
- ¿Con qué otros músicos participaste, que pudieras mencionar?
- Toqué con algunos de los premios Konex de este año (sonríe). Como por ejemplo, en un grupo que dirigía Néstor Zadoff, Néstor Enrique Andrenacci.
- ¿Qué es lo que más te gusta, cantar o la flauta dulce?
- Me gusta mucho la flauta porque trabajo mucho desde la docencia, y construí bastante el ejercicio de ser maestro y de compartirlo con otros y la búsqueda de lo que implica acercase a un instrumento. A mí me llamaron siempre porque tocaba y cantaba. Con el tiempo canto más y hay una cosa cultural por la que toque menos la flauta. Es una búsqueda diferente. Dice Caetano Veloso “cómo es bueno tocar un instrumento, la voz está muy pegada a uno y se aleja un poco de eso”.
- ¿Cómo fue tu colaboración en la película Tango Feroz, cómo llegaste, qué hiciste?
- Fue por un compañero del colegio Claudio Pustelnik (productor de la película), que me dijo que estaba haciendo su primera película, “Estuvimos grabando y no salió bien, ¿no vendrías a cantar ‘Hasta siempre comandante’”? Y bueno, vamos. Amigos son amigos. Grabamos, se hizo un arreglo, después se editó y se vendieron como 500.000 placas. Canto yo y canta “El Polaco Goyeneche”, pegadito a mí.
- Un orgullo, ¿no?
- Un estar ahí. Ahora ya pasó, pero durante un tiempo los pibes de 15 años, medio progres, la versión que escuchaban de “Hasta siempre Comandante” era la de Tango Feroz.
- ¿Tenés algún proyecto para el Bicentenario?
- Uno de los discos que me gustaría hacer es uno de compositoras latinoamericanas como Chabuca (Granda), Violeta (Parra), Eladia (Blázquez), Teresa Parodi. Me gusta mucho una canción de Celia Cruz. Eso sería mi sueño……….