Palabras en
el festejo de en el los 5 años de MOSCÚ TEATRO
En un tono
de chistes se dieron unas palabras por el homenaje y hablaron los dueños del
teatro.
Lisandro
Penelas:
Como siempre
nos pasa que no sabemos que decir y lo pensamos preparamos todo y por ahí sale
todo un poco más acartonado.
Dani: ¿Cuál
es el sentido, a dónde queremos ir, para qué hacemos esto que queremos hacer?
Nos cuesta un poco, como si en el fondo la búsqueda de ese sentido es lo que
nos mueve. En estos años muchas veces me pregunté por qué hago lo que hago.
¿por qué sigo viniendo, por qué sigo poniendo el cuerpo? Para mi es devolver el
amor con el que fui tratada y me enseñaron. Con el que me acompañaron en esa
etapa de la adolescencia y después mis primeros pasos en la adultez y porque
creía que tenía algo para dar. Así una vez más confiaron en mí y nos embarcamos
en esto hace ya un montón de tiempo. Y creo que es eso, que buscamos un sentido
para acompañar a otros ese sentido, en esa búsqueda individual y colectiva. Con
los errores y las alegrías que eso implica. Suceden muchas cosas en ese espacio
tan pequeño y es muy complejo trasmitirlo. Pero encontramos respuestas
momentáneas de encontrarnos todos en la misma. Desde nuestras singularidades
apostando por un proyecto común. Agradezco a Moscú a la familia que somos.
Lisandro:
Festejar y celebrar.
Bueno, como
nos pasa con todas las cosas hace un par de meses nos dimos cuenta que se
cumplían 5 años de la sala. Cuando vinimos
a este Espacio estábamos buscando darle unidad a las clases. Veníamos
alquilando salas de ensayo, era un quilombo. Un día nos Lali, nos insistió a que
alquiláramos un lugar propio y apareció este local de revelado de fotografías
en desuso. Como pasa muchas veces se ve que vimos teatro donde había mugre.
Sólo nos dijimos una cosa al alquilarlo. Nos propusimos algo, no tener una
sala. Sólo iba a ser un lugar para dar clases. Y acá estamos. Hace poco aprendí
en unas clases de literatura que en Grecia, que los que se dedicaban al arte
era los que no servían ni para la cosecha ni para la guerra. Los inútiles.
Bueno, eso somos nosotros. Empecinados en trabajar día y noche para algo
perenne para algo frágil como el teatro. Y más aún el teatro independiente.
Este sin sentido nos va sosteniendo el sueño o quizás sea al revés. Antes de darnos cuenta que las de dar clases,
de no tener un teatro a tenerlo. Lo mismo nos pasó con este festejo. Desde hace
un año que queremos abrir el trabajo, compartirlo más, y sin embargo este
festejo nos llevó a eso. A seguir compartiendo. El teatro es una gran excusa
para que los actores se encuentren entre sí en el escenario. Excusa que nos
habilita, una unión más sincera con los otros de la escena con los espectadores.
Es la gran excusa. Por suerte en el camino nos fuimos encontrando, con otros
perdidos que hacen de esto posible. No sería posible que Moscú existiera sin
todos ellos. (Menciona a todos los que forman Moscú, unos cuantos) y estamos
muy contentos de festejar estos años y por lo que vendrá y como dice Lourrie
Moore, esperar siempre lo inesperado.
Francisco: Lo que a mí me resonó en estos días fue
celebrarla a Cande que fue una chica que estudió acá. Todo lo demás es felicidad.
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