Desde el 28 de Marzo hasta el 22 de abril se exhibe en el Centro Cultural Borges la exposición "El papel de Miguel Dávila. 1950-2006". La muestra, con curaduría de Eduardo Stupía, es un recorrido apasionante por la producción de dibujos de este prolífico gran maestro del arte argentino, que ha construido su propio lenguaje visual desde el dibujo y el cine, además de su ya reconocida obra pictórica.
Miguel Dávila aprendió de Policastro el amor a la pintura, de Spilimbergo el conocimiento y la pasión por el arte y de Pompeyo Audivert la inquietud por el grabado. En esta muestra se puede percibir esta herencia de sus maestros, su identidad por primera vez vista exclusivamente desde la mirada del dibujo y el cine.
Miguel Dávila nació en La Rioja en 1926 y estudió con maestros de la talla de Enrique Policastro, Lino Eneas Spilimbergo y Pompeyo Audivert. En 1961 obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes qu le permitió seguir su formación en Europa.
La muestra fue presentada por Alejandro Dávila, hijo del artista y bajo la curaduría de Eduardo Stupia.
P.: ¿Qué es lo que le lleva a hacer esta recopilación para esta muestra?
M.D.: La idea es mostra algo que no se conoce, ni se ha visto. Por eso acá hay una mirada del ’49 hasta el 2008 y siempre hay un hilo conductor pese a haber atravesado distintas etapas.
P.: ¿Cuál sería el hilo conductor?
M.D.: Hay líneas, hay trazos. Hay una búsqueda en el riesgo creativo, que nunca se quedó estancado en la misma imagen, como así también los metamensajes.
P.: ¿Qué podría decir de esos meta mensajes?
M.D.: Se podría decir que esos metamensajes que mi padre quiere expresar, es que hay bastante ironía si uno sabe verlos dependiendo de las etapas que ha vivido.
P.: ¿Qué podría decir que es más importante, la historia de los pintores que influyeron en él o la historia de su propia formación?
M.D.: Creo que la historia es un conjuntpo de formación para todos, pero obviamente se ve la influencia de Spillimbergo, Auvidert, Alberto Greco, como también l Nueva Figuración, ya que él perteneció al grupo. Creo que son etapas y que lo bueno es no haberse anclado que todo artista debe asumir como riesgo y no anclarse. No es dibujo ni pintura complaciente, es lo que él sintió.
P.: ¿Qué es lo que lo lleva a tener a Eduardo Stupia como curador de la Muestra?
M.D.: Me parece que él tiene una buena mirada del dibujo, compartimos conceptos y somos amigos. Por más que yo conozco mucho la obra de mi padre, es muy importante siempre tener una mirada de afuera.
Eduardo Stupía escribió a propósito de esta muestra: "Todo artista, lo advierta o no, construye su propia arqueología. Si por un momento pudiéramos cambiar el punto de vista a partir del cual se leé y se ubica históricamente a Miguel Dávila, y considerar entonces a su cuantiosa obra pictórica apenas como la punta del iceberg, quizás podríamos ponderar más eficazmente su no menos caudalosa producción sobre papel, extendida ininterrumpidamente a lo largo de los años más fértiles del pintor y, como corresponde a los artistas formados en el rigor académico, en pleno abordaje de todas las disciplinas a su alcance
(dibujo, monocopia, aguafuerte, xilografía, etc).
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