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viernes, 13 de septiembre de 2019

ENTREVISTA A MARÍA INÉS GRIMOLDI POR CUERPOS SUTILES

1) ¿Cuándo descubriste tu vocación poética?
En realidad, yo siempre me dediqué más a la escritura académica. Mi libro anterior "La butaca inquieta" recopila trabajos ensayísticos sobre teatro y ópera, producto de mis investigaciones académicas. La poesía es algo completamente diferente. Creo que es producida por otra parte de nuestro cerebro y por nuestras emociones. 
Hice, hace algunos años  con María Adela Palcos, directora de Río Abierto,  un taller sobre danza y trabajo corporal que se llamaba "Cuerpos sutiles". Ella pedía un registro escrito de nuestras experiencias en cada clase, una especie de crónica. La gente narraba sus experiencias corporales y emocionales. A mí me empezó a surgir escribir poesía. Nunca pude hacer una crónica. Nunca había escrito poesía antes. A veces hasta me daba  vergûenza leer lo que escribía o entregárselo porque no era lo que ella pedía. Y cada clase me producía ese efecto, un efecto poético. A partir de ese trabajo me hice poeta.  El trabajo corporal con María Adela me sugería imágenes visuales todo el tiempo, veía formas, colores, rostros, las auras de otras personas. Empecé a tener sueños muy vívidos y en alguna ocasión premonitorios a partir de mi trabajo en Río Abierto. Por eso titulé a mi libro "Cuerpos sutiles".

2) ¿Cuáles son tus poetas predilectos?
Yo trabajé muchos años en el Liceo Francés y si bien enseñaba Literatura argentina e hispanoamericana, me empapé mucho de la cultura francesa. Yo corregía el baccaleaurat, que equivale a nuestro bachillerato y corregía las traducciones del francés al castellano que tenían que hacer los alumnos. Por eso siempre trabajé con libros en lengua española tanto como en lengua francesa. Allí me enamoré de la poesía francesa, los simbolistas, los más actuales, todos me gustan. Y durante unos años tuve una columna en la radio donde leía poesía en francés y la traducía. Me encanta ese trabajo, traducir poesía, más que otros tipos de traducciones. En realidad es reescribirla, hay que ser escritor y poeta para poder traducir sino queda algo, quizás bueno técnicamente, pero corre el riego de quedar muy chato. Verlaine, Mallarmé, Beaudelaire, Rimbaud, Prevert...Me gustan mucho Olga Orozco, Neruda, Pizarnik, Sylvia Plath y muchos otros, son sólo algunos. 

3) ¿Cómo ves el panorama actual de la poesía contemporánea en Argentina?
Actualmente me sorprende la enorme cantidad de lugares donde se reúnen poetas: bares, cafés literarios, centros culturales, no sabía que había tantos. Gente hermosa! Comparten su poesía, presentan sus libros, para mí es un descubrimiento. Y creo que va en aumento. Empecé a meterme en ese mundo y recibo cada vez más invitaciones a diferentes lugares, no sabía que era un mundo tan rico. Hay muchos talleres de escritura poética también. Veo un panorama muy positivo del cual puede surgir una nueva generación de poetas argentinos.

4) ¿Qué significa para vos Cuerpos sutiles?
 "Cuerpos sutiles" me emocionó mucho cuando salió, quizás más que el libro anterior. Creo que  María Julia Druille, quien escribió el prólogo,  entiende tan profundamente lo que quise decir y expresar en esa poesía que me sentí muy satisfecha. No es fácil comprender verdaderamente lo que quiere decir un artista. Porque no se trata sólo de armar imágenes bonitas y metáforas o figuras retóricas y leerlas bien, sino hay que calar más profundo en la sensibilidad del poeta y en su mundo interior, en lo que expresa, en sus vivencias. Es algo mística y misteriosa la poesía, quizás por eso me gusta tanto. 
Además está ilustrado el libro por mi hija María Florencia que no sólo hizo la tapa sino los dibujos del interior. Es un "libro objeto" en palabras de María Julia, donde la estética, las formas, son tan importantes como el contenido. No concibo un mundo sin belleza. 

5) ¿Cuál es tu mirada del cosmos y el hombre en tu poesía?
 "Somos polvo de estrellas", esa es mi mirada del ser humano. No puedo vivir sin conectarme con el mundo sutil, el cosmos, las estrellas, los pies aquí y el resto en otros mundos. Por eso el libro está dividido en dos partes, una apunta a la metafísica, la filosofía, la espiritualidad, cierta religiosidad  y la otra a la erótica, el sexo, el barro origen, el semen. Para mí están muy unidas, nuestra parte humana y nuestra parte divina. En el sexo encuentro a dios y en observar las estrellas me conecto con mi cuerpo y con mis deseos más profundos. 


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